miércoles, 9 de noviembre de 2016

Soda Stereo y el surgimiento de Signos

Soda Stereo fue uno de los grupos de rock más conocidos de Argentina. Se formó en 1982 en Buenos Aires y terminó en 1997.
Esta banda pudo comenzar gracias a la unión de tres artistas: Charly Alberti, Gustavo Cerati y Zeta Bosio.
Había muchos posibles nombres para el grupo, entre ellos Aerosol, Side Car, Los Estereotipos, Soda, Estéreo, entre otros, y decidieron juntar los dos últimos, dando como resultado Soda Stereo.
Despues de  un año de su formación presentaron su primer álbum, "Soda Stereo", en el teatro Astros.
Con "Nada Personal", su segundo álbum, consiguieron más profundidad y madurez en  sus letras. Este disco fue uno de los más exitosos y vendidos.
Los siguientes álbumes de la banda fueron "Signos", "Doble Vida" y "Canción Animal".
Su separación fue anunciada a mediados de 1997, realizando una última gira que pasó por México, Venezuela y Chile, que terminó en el estadio River Plate de Buenos Aires.



En el invierno de 1986, Soda Stereo tenía toda la música lista para terminar con Signos, pero había un problema… dolo tenían una canción de las ocho. Faltaban siete letras y les quedaba una semana para terminar la grabación del material.
Una fría noche, Gustavo Cerati, solo, triste y deprimido en su departamento luego de su separación con Noëlle Balfour, escribió las siete letras que faltaban para completar el disco.
"Compuse todas las letras de Signos en una noche. Estaba viviendo solo y me sentía muy mal, muy solo. Fue en Azcuénaga y Juncal, me había separado de Noëlle y esa noche estaba solísimo. Era invierno del 86. Estaba mal, salía con una mujer todos los días; pero nunca salían, siempre entraban. Yo tenía una negrura terrible. Las que se iban, se iban muy mal de mi" - Gustavo Cerati



Ficha discográfica



Signos, el tercer álbum del grupo Soda Stereo, fue grabado y editado en 1986, y producido por ellos mismos. 
Este álbum fue publicado el 10 de noviembre de 1986 y grabado en Fantasy Studios, California. Los géneros que reúne son: rock en español, new wave y post-punk.
Este disco está compuesto por 8 canciones y un total de 39:59 minutos. Fue escrito y compuesto por el artista Gustavo Cerati con el acompañamiento de sus compañeros Zeta Bosio y Charly Alberti, más el aporte de músicos adicionales como Jorge Antonio Daffunchio, Isabel De Sebastian, Fabián Von Quintiero, Celsa Mel Gowland, Richard Coleman, Diego Urcola, Pablo Rodriguez, Sebastian Schon, Marcelo Ferreyra.

SIGNOS - Tapa y contratapa



El arte de tapa y contratapa del disco Signos de Soda Stereo fue diseñado por Caito Lorenzo y Alfredo Lois. A simple vista, la parte delantera es discreta, simple, abstracta, con un fondo "crudo" que nos da la sensación de estar viendo la parte superior de un bombo un poco dañado. El nombre de la banda se encuentra en la esquina superior derecha y la denominación del disco ocupa todo el margen inferior. 
Hablando de la contratapa, podemos divisar varias imágenes que buscan representar, cada una, una canción del disco (para "Signos" el pescado sobre un fondo negro, para "Prófugos" una zapatilla, para "Sin Sobresaltos" un tenedor con frutas). 

Caito Lorenzo hablando sobre su dupla con Lois: “Él estaba empecinado con que los textos del arte tenían que estar hechos con plantillas y rotrings. Cortamos cada letra, una por una con tijera, en cuadraditos chiquitos, ¡un laburo chino! Si uno mira con detenimiento el disco, encontrás algunos errores, como letras que no están derechas (...) Nos juntamos en la casa de Gustavo, pusimos todas las fotos en la alfombra y empezamos a seleccionar. De ahí salió la frase ‘La polaroid sobre la silla /un brillante truco de apariencia’ de ‘No Existes’ (...) A Gustavo le impactó mucho la foto del pescado y dijo ‘Esta es ‘Signos’".

(El segmento de la entrevista fue extraído de tnt.com.ar)

Persiana Americana

Yo te prefiero
Fuera de foco 
Inalcanzable

Yo te prefiero

Irreversible 
Casi intocable 

Tus ropas caen lentamente
Soy un espía, un espectador 
Y el ventilador desgarrándote 
Sé que te excita pensar hasta donde llegaré 

Es difícil de creer
Creo que nunca lo podré saber 
Sólo así yo te veré 
A través de mi persiana americana 

Es una condena agradable
El instante previo 
Es como un desgaste 
Una necesidad 
Más que un deseo 

Estamos al borde de la cornisa
Casi a punto de caer 
No sientes miedo 
Sigues sonriendo 
Sé que te excita pensar hasta donde llegaré 

Es difícil de creer
Creo que nunca lo podré saber 
Sólo así yo te veré 
A través de mi persiana americana

Tus ropas caen lentamente

Soy un espía, un espectador 
Y el ventilador desgarrándote 
Sé que te excita pensar hasta donde llegaré 

Es difícil de creer
Creo que nunca lo podré saber 
Sólo así yo te veré 
A través de mi persiana americana 

Lo que pueda suceder
No gastes fuerzas para comprender 
Sólo así yo te veré 
A través de mi persiana americana

Es difícil de creer

Creo que nunca lo podré saber 
Sólo así yo te veré 
A través de mi persiana americana

Es difícil, difícil de creer
Creo que nunca lo podré saber 

Sólo así yo te veré 
A través de mi persiana americana 

Soda Stereo en concierto, Persiana Americana (1987)


Si nos dan a elegir una canción, es esta. Consideramos que consolidó a la banda como imprescindible para nuestro país en su momento. A pesar de haber salido a la luz en 1986 se sigue escuchando con mucha frecuencia y las edades de los oyentes varían desde la niñez a la adultez (aunque este es un fenómeno de Soda Stereo en general, creemos que se ve muy marcado con esta canción).

Es uno de los mayores éxitos de la banda, y definitivamente un clásico del rock argentino. Y todo esto, sin ser promocionada mediante ningún videoclip, como tampoco el resto de Signos  (único álbum que no fue acompañado por material audiovisual).
Según la revista Rolling Stone y la cadena de televisión MTV Persiana Americana se encuentra en el puesto número 31 de las mejores canciones de la historia del rock argentino.
Sin ir más allá, podemos ver lo emblemática que es esta canción por la cantidad de covers, acordes, pinturas, ediciones que encontramos de la misma en internet y por las calles de Argentina.

Intervención artíistica en Bariloche.

Dejando de lado lo general, Persiana Americana nos provoca la sensación de transportarnos a otro mundo, donde vemos y sentimos al voyeurista y a la exhibicionista que la letra nos da a conocer. En su conjunto, los instrumentos (incluyendo la voz y guitarra de Gustavo Cerati, el bajo de Zeta Bosio y la batería de Charly Alberti ), la letra, el ritmo, y todas las sensaciones que vienen con ello, nos llevan más allá.


Soda Stereo, Persiana Americana (2007)

Entrevista

"Signos llevó muchas horas por día y muchos días de grabación y producción de audio. Mes y medio, tal vez dos", recuerda López. "Se grabó en cinta magnética análogica en dos grabadores de 16 canales sincronizados. Lo mezclamos en una consola de 64 canales, también analógica. La mezcla de audio de cada tema se hacía a mano, y los cuatro teníamos tarea sobre la consola. Ciertos niveles, paneos y efectos había que repetirlos hasta que lográbamos incorporarlos después de muchas pasadas del tema y cuando funcionaba se registraba en la cinta para el master estéreo. Por lo tanto vale decir que cada mezcla era única e irrepetible." Para sumar problemas a la situación ya de por sí caótica, la técnica empezó a fallar: "Elegimos el mismo estudio de Nada personal, que estaba en decadencia. Todas las máquinas empezaron a romperse y nuestro ánimo estaba muy extraño. Pasábamos momentos de mucha felicidad y de mucha depresión", confesó alguna vez Cerati.
Signos también marca el final de la relación entre el Zorrito y el trío, desgastada a partir de un hecho policial anterior a la grabación que no se resolvió de la mejor manera. "El problema que tuve con ellos empezó cuando, después de un show, nos robaron un camión con todos los equipos y quedamos en pelotas. Como yo era un músico invitado, a la hora de los números no había una repartija igual. Entonces cuando nos afanaron las cosas... yo ganaba diez veces menos que los Soda Stereo por show, y no había seguro ni nada. Entonces a mí me costó diez veces más recuperarme. Lo hablé con Gustavo en su momento, me dijo 'quedate tranquilo' y al final no pasó nada, y ahí quedó una onda medio extraña. Así que cuando vi la posibilidad de irme a trabajar con García ni lo dudé, y ellos tampoco hicieron mucho esfuerzo para que me quede." Aunque habían probado con el mendocino Natalio Faingold como tecladista entre un elepé y otro, en el estudio -dice Quintiero- funcionaron casi como un cuarteto: "Yo en Signos trabajé muy bien. Cuando llegué a la sala tenían casi todos los temas hechos, y yo hice arreglos. Incluso hicimos 'Caja negra' todos juntos, que estaba hablado que yo la iba a firmar y no la firmé".
Para Sayavedra, Signos fue la bisagra definitiva en la carrera de Soda Stereo: "El 86 fue el año del despegue y la confirmación masiva. Nada volvió a ser lo mismo luego de esa gira larga, exitosa y demoledora". No tardarían en llegar las grabaciones en el exterior, las colaboraciones con Carlos Alomar y el estrellato absoluto, pero a toda esa expansión le abrió la puerta -paradójicamente- un encierro: el de Gustavo Cerati enfrentando a sus demonios entre cuatro paredes.




Soda Stereo en vivo.

Soda Stereo - El Rito 

1987 - Festival Viña del Mar Chile



Soda Stereo - El Rito 

2007



Soda Stereo - En Camino

2007




Soda Stereo - Final Caja Negra

1990 - Buenos Aires



Reseña crítica

El tercer álbum de la banda de rock argentino Soda Stereo, creada en 1982 y compuesta por Gustavo Cerati (voz, guitarra), Héctor Bosio (bajo) y Carlos Alberto Ficicchia (batería), se denominó Signos. Fue grabado y editado en su totalidad en 1986. La página Rolling Stone nos brinda un poco de información de esta época: "Con los primeros fríos de 1986, en el piso que hasta hacía días compartía con la modelo Noelle Balfour, Gustavo le ponía el cuerpo al bloqueo creativo que a veces viene con los grandes shocks. Estaba previsto que Richard Coleman colaborara en algunas canciones, pero el panorama volteó los planes. "Un día entré a su casa y lo vi agotado, con el departamento tapizado de papeles arrugados y hojas arrancadas de cuadernos", contó el guitarrista alguna vez. El plan era grabar a la semana siguiente y la música estaba pero sólo había dos letras. Se rindió ante el sueño a las 2 de la madrugada hasta que la inspiración le abrió los ojos por la fuerza. "Esa noche se rompió el bloqueo, porque me pasaba que la música iba aumentando geométricamente y la letra tan sólo aritméticamente, y sabía que tenía muchas cosas para decir. Me desperté sobresaltado, puse el cassette con la música de los temas y fui escribiendo una letra tras otra", dijo Cerati". Y agrega: "Escribí todas las letras de un tirón. Vivíamos al palo, parecía que estábamos lejos del arte y sin embargo fue uno de nuestros discos más profundos, quizás porque no la estábamos pasando bien." Profundo es una palabra que lo describe a la perfección, pero tenemos muchas más que necesariamente hay que decir para intentar hacer alusión a lo que este disco provoca.


La magia comienza con “Sin Sobresaltos” escrita por Cerati y Bosio. Con ritmo enérgico y mucha fuerza, habla sobre meteoritos, reinos, llantos, gritos, lo que lleva a algunas personas a pensar que tiene alguna relación con el período de la Dictadura Militar comenzada en 1976.
Todo cambia cuando comienza la balada rock “El rito”. Sonidos misteriosos ambientan y luego el riff de guitarra de Gustavo Cerati introduce la letra. Básicamente la letra habla de su proceso  interno al conocer a uno de los amores de su vida, letra que quedó marcada en muchas personas, especialmente el fragmento:


En tercer lugar, tenemos a “Profugos” una de las canciones más características de la banda. Escrita por Cerati y Alberti y con una melodía pegadiza y enérgica, su letra tiene muchos supuestos: amores prohibidos, cocaína, peleas entre amantes. “Al menos sé que huyo porque amo” dice la letra, “siempre seremos prófugos”.



Y otra vez hay un giro, cuando un estilo post punk marcado y crudo comienza. En “No existes”, uno de los clásicos de Soda, la melodía comienza siendo lenta y a la mitad, se acelera. La letra parece tratar sobre una complicada relación amorosa, o algún tipo de droga. “Quizás deba tomarme una revancha, Aún tenemos cuentas que saldar, Deslizaré mi puño por tu espalda”



La segunda parte del álbum, comienza con Persiana Americana, canción escrita por Gustavo Cerati y Jorge Antonio Daffunchio. Con estilo Pos-punk, comienza con percusión, y el clásico riff de Gustavo.  Zeta se une con un muy destacado bajo.  La letra habla sobre un hombre voyeurista que observa a una mujer exhibicionista desvestirse desde atrás de una persiana “Tus ropas caen lentamente Soy un espía, un espectador”.
Cuando “En camino” comienza, los sonidos de bajo, guitarra y piano te envuelven y luego a medida que avanza la canción el ritmo es más rápido. Fue escrita por Gustavo Cerati, Isabel de Sebastián y Charly Alberti y la letra es definida como ambigua y confusa.
Y llega la canción que le da el nombre al álbum. Escrita en su totalidad por Gustavo Cerati, es la única canción de Soda Stereo, que no es una balada, tocada íntegramente con guitarra acústica, lo que le da ese toque tan especial. “No hay un modo, No hay un punto exacto, Te doy todo, Y siempre guardo algo” dice la letra, que es otra particularidad de la canción: las ideas están formadas de signos y esa canción es un muestrario de signos aparentemente sin sentido.



Como última canción del disco, encontramos “Final caja negra” que parece hacer referencia a las cajas negras de los aviones u otros transportes para almacenar información o al concepto de caja negra usado en informática que implica una manera de ver un proceso desde el punto de vista de las entradas que recibe y las salidas o respuestas que produce, sin tener en cuenta su funcionamiento interno. En la canción se habla de querer ver lo que hay dentro. Empieza con un riff de guitarra, junto a la batería, seguido del bajo y los sintetizadores.
Con un fragmento de la revista Marvin podemos concluir: "Al perfeccionar su sonido sin irse por la tangente, los convirtió en una banda seria, apostando por una madurez estética y conceptual que dejó en el camino a tantas bandas de la época del ‘rock en tu idioma’ que de pronto, se volvieron intrascendentes ante esta carga de intensidad emocional."
Es sorprendente lo que un conjunto de canciones pueden producir en una persona. La magia de Soda Stereo y del mismo Cerati se encuentra en estado puro en este disco. La variedad de sensaciones que provoca, la inmensidad de su alcance, esa capacidad de lograr algo que todo el mundo busca: vivir eternamente. Porque eso es lo que estos grandes del rock nacional lograron con este álbum (y otros). Pudieron con melodías, letras, instrumentos, emociones, ideas, mantenerse en vida por toda la eternidad. Porque no importa cuánto tiempo pase o cuántas nuevas bandas de rock aparezcan,  este ícono de la música argentina se mantendrá arriba, en el corazón y en la mente de mucha gente. Altamente recomendable para cualquier momento del día, la semana o la vida.